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viernes, 23 de octubre de 2015

Malaika La Princesa

Precioso corto que narra las aventuras de la princesa Malaika y su manada de elefantes.
Cuento africano que nos habla de la muerte.

 


El maravilloso cerebro de la mujer después de los 40


El maravilloso cerebro de la mujer después de los 40
El cerebro de una mujer después de los 40 es fabuloso. Cada año de su vida actúa como un fertilizante de las conexiones neuronales, lo que a su vez supone nuevos pensamientos, emociones e intereses.
Como ya sabemos, dado que sobre su cerebro se suceden constantes cambios durante toda su vida, la realidad de una mujer no es tan estable como la de un hombre.
En este sentido se dice que la realidad neurológica de un hombre es como una montaña que va gastando de manera imperceptible los glaciares, el tiempo y los profundos movimientos tectónicos de la tierra. Sin embargo, la realidad de una mujer es más bien como el clima, constantemente cambiante y difícil de predecir.
Madre e hija abrazadas
La magia de ser mujer después de los 40
Normalmente la década de los 40 comienza a ser una etapa en la que te encuentras entre dos generaciones que ponen en evidencia lo efímero de la vida. Así, como es de esperar, comienzas a cuestionarte los imperativos que te han llevado hasta el lugar en el que te encuentras.
De este modo, intentas conciliar las responsabilidades asumiendo ciertos riesgos que te permitan descubrir el camino a todos esos sueños de los que un día te apartaron las exigencias y las situaciones opresivas que te agotaron emocionalmente.
mujeeeer
El pulso del cerebro femenino
Podría decirse que las hormonas crean gran parte de la realidad femenina, ayudando a conformar junto a las experiencias los valores y deseos de una mujer. Así, el cerebro de la mujer después de los 40 es un reflejo claro de lo que es importante día a día para ella.
De todas maneras, el cerebro solo es una máquina de aprender que está dotada de talento; o sea que a pesar de que la biología es poderosa, nuestro carácter y nuestro comportamiento se conforman en su confluencia con el mundo.
Así, durante toda nuestra vida, cuando el cerebro se nos inunda de estrógenos comenzamos a concentrarnos de manera intensa en nuestras emociones, así como en comunicar y comprender.
Generalmente el cerebro femenino toma decisiones sobre valores que empujan a la conexión y a la comunicación. Así, la estructura, la función y la química de una mujer afectan a su humor, a sus procesos de pensamiento, de energía, impulsos sexuales, comportamiento y bienestar.
En palabras de la neuropsiquiatra Louann Brizendine, “el cerebro femenino tiene muchas aptitudes únicas: sobresaliente agilidad mental, habilidad para involucrarse profundamente en la amistad, capacidad casi mágica para leer las caras y el tono de voz en cuanto a emociones y estados de ánimo y una gran destreza para desactivar conflictos”.
Mujer con pájaros en la cabeza
El poder de las hormonas femeninas para cambiar el mundo
Ciertos cambios ocurren de manera frecuente tras años de seguir los ritos de las mujeres sacrificadas que se desviven por todo y para todo y se olvidan de sí mismas. Es decir, que suceden en busca de una libertad que va más allá de lo físico y se traslada a lo emocional.
Aunque parezca desconcertante, el reloj biológico también toca su campana para que una mujer cuide de sí misma y se autocomplazca. Esta etapa en el desarrollo psicológico también está impulsada por una realidad biológica: la del cerebro que emprende su último viaje o cambio hormonal. Hablemos sobre esto…
Si pudiéramos ver el cerebro de una mujer tras los 45 años, veríamos un paisaje totalmente diferente al de unos años atrás. A esta edad, la constancia en el flujo de impulsos sustituye a la montaña rusa hormonal (de estrógenos y de progesterona) del ciclo menstrual.
A partir de esa edad, el cerebro se va transformando en una máquina precisa y estable. Asimismo, ya no veríamos cómo los circuitos más fugaces de la amígdala se alteran por efecto de las hormonas haciendo ver tinieblas que no existen o interpretando como insultante algo que no lo era.
Por el contrario, veríamos cómo los circuitos que unen a nuestra procesador emocional (la amígdala) y al área de análisis y juicio de las emociones (el córtex prefrontal), actúan de manera coordinada y coherente.
manos-bonitas
O sea, que dado que ya no se sobreexcitan estas zonas por la acción desproporcionada de las hormonas, la mujer está mucho más equilibrada, puede pensar con mayor claridad y no se ve tan desbordada por sus emociones como antes.
Así, especialmente al final de la cuarta década de la vida suele comenzar este viraje emocional que impulsa a la mujer a observar la realidad que le rodea de otra manera.
Gracias a la reducción del flujo de dopamina y de oxitocina, la mujer comienza a dejar de sentirse tan recompensada a través del cuidado de los demás y busca el contacto consigo misma.
En esta búsqueda la mujer se maravilla de su propia energía y comienza a rumiar una nueva visión del mundo que va más allá de la necesidad de conectar y de cuidar a los demás. Ahora, la mujer contempla la vida con la premisa de no hacerse prisionera y de estrenar un nuevo equilibrio.
Mujer haciendo meditación
Así, esta verdad biológica representa un nuevo camino a seguir, un misterio que cambia sus pensamientos y emociones a la vez que le anima a conducirse hacia la redefinición de sus relaciones y cometidos, así como a la asunción de nuevos retos y aventuras.
Para finalizar, queremos dejaros una cita de Oprah Winfrey que define a la perfección el poder que una mujer se otorga a sí misma con el paso de los años. Esperamos que os guste:
Me maravillo de que a esta edad esté todavía desarrollándome, buscando cosas y saliendo de las fronteras personales para adquirir más ilustración. Cuando tenía veinte años pensaba que habría alguna edad adulta mágica a la que llegaría, acaso los treinta y cinco, y mi “situación de adulta” sería completa.
Es gracioso cómo esta cifra fue cambiando en el curso de los años y cómo incluso a los cuarenta, calificados por la sociedad como edad mediana, sigo sintiendo que no era la adulta que tenía la certeza de llegar a ser.
Ahora mis expectativas vitales han sobrepasado cualquier ensueño o esperanza que imaginara nunca, tenga la seguridad de que hemos de continuar transformándonos para convertirnos en lo que tenemos que ser.
Lamenteesmaravillosa
Imagenes; Claudia Tremblay

La magia de ser mujer después de los 40

La magia de ser mujer después de los 40
Ya no tenemos la figura de los 20 años, pues las piedras del camino han moldeado nuestro cuerpo.Nuestra mirada es cómplice, pues se ha formado durante años, permitiéndonos manejar el arte de amar a nuestros hijos, a nuestra pareja, a nuestros familiares y a nuestros amigos.
Acumulamos de manera perfecta la experiencia y la juventud, lo que nos hace dominar el arte y el manejo de nuestra esencia, sumando vida a los años que hemos disfrutado y que nos quedan por disfrutar.
Porque una mujer de más de 40 deja huella por dónde camina, haciéndose dueña de sus pasos. Siente que pisa fuerte, transmite seguridad en sí misma y ha logrado una estabilidad y un equilibrio emocional y personal que hipnotiza.
Más de 40 soplos de aire fresco…
¿QUE CUÁNTOS AÑOS TENGO?
Tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero con el interés de seguir creciendo.
Tengo los años en que los sueños se empiezan a acariciar con los dedos y las ilusiones se convierten en esperanza.
Tengo los años en que el amor, a veces es una loca llamarada, ansiosa de consumirse en el fuego de una pasión deseada. Y otras un remanso de paz, como el atardecer en la playa.
¿Qué cuántos años tengo? No necesito con un número marcar, pues mis anhelos alcanzados, las lágrimas que por el camino derramé al ver mis ilusiones rotas…
Valen mucho más que eso.
¡Qué importa si cumplo veinte, cuarenta, o sesenta!
Lo que importa es la edad que siento.
Tengo los años que necesito para vivir libre y sin miedos.
Para seguir sin temor por el sendero, pues llevo conmigo la experiencia adquirida y la fuerza de mis anhelos.
¿Qué cuantos años tengo? ¡Eso a quién le importa!
Tengo los años necesarios para perder el miedo y hacer lo que quiero y siento.
-José Saramago-
Los 40 y los 50 son un momento peculiar, en el que te encuentras entre dos generaciones que ponen en evidencia lo efímero de la vida, por eso nos damos cuenta de que hay que aprovecharla y conciliar nuestros mundos. Dejas de preocuparte por lo que pasó y por el que pasará para comenzar a disfrutar de lo que está pasando.
A partir de los 40 por fin entendemos  que cada persona que te encuentras tiene un papel. Algunas personas te ponen a prueba, otra te utilizan, no falta quien te ama y te enseña, pero las personas realmente importantes son las que sacan lo mejor de ti. Son y serán personas pocos comunes y extraordinarias las que te recuerdan que todo ha merecido la pena.
La magia del momento
Las mujeres de mi generación son las mejores. Y punto. Hoy tienen cuarenta y pico, y son bellas, muy bellas, pero también serenas, comprensivas, sensatas y, sobre todo, endiabladamente seductoras, esto a pesar de sus incipientes patas de gallo o de esa afectuosa celulitis que capitanea sus muslos, pero que las hace tan humanas, tan reales…
Hermosamente reales.
-Sharon Stone con 48 años-. 
Muchas mujeres de más de 40 ya se han visto en situaciones complicadas. Han podido ser renegadas y rechazadas por su sociedad. Han vivido traiciones y desengaños que las han hecho madurar. Han podido sentir en su piel el desgarro de separaciones deshonrosas, de abandonos y de menosprecios.
Están forjadas en el fragor de la batalla y heridas por las flechas más inesperadas. Han cargado sobre sus espaldas gran parte del peso de la vida y, por eso, las mujeres con más de 40 han desarrollado un séptimo sentido que les permite ir más allá, mantenerse serenas y reconciliarse con la vida.
A modo de chiste, se dice que una mujer de 20 años puede ser atractiva, la de 30 puede ser seductora pero solo después de los 40 se puede ser irresistible. Este es el resultado de una mezcla perfecta entre experiencia y juventud.
De alguna manera, la mujer demás de 40 ha dado un importante paso en la búsqueda del amor, ahora se ama a sí misma mucho más que lo que lo hacía un década atrás.
No te olvides, mujer…
Tienes los años que permiten mirar la vida con calma pero con el interés de seguir creciendo. Ahora es cuando el amor puede ser ardiente o un remanso de paz. Cuando puedes gritar sin miedo tus temores y hacer lo que deseas aún temiendo al fracaso. Hoy puedes amarte, aceptarte y abrazarte, porque los años te han convertido en una persona mucho más plena, mucho más TÚ.
Se necesita mucho valor para amar a las mujeres marcadas por elpasado, aquellas de carácter fuerte pero de corazón bueno. Se necesita mucho amor para curar las heridas y las desilusiones.
Pero, sobre todo, se necesita ser inteligente, porque son tan maduras y tan experimentadas que ya no creen en lo que sienten, sino en lo que estés dispuesto a hacer por ellas.
Walter Riso. Instantes del Presente.